¿Los gatos caen siempre de pie? ¿Cómo son capaces de salir ilesos cuando caen desde grandes alturas? ¿Qué altura se considera peligrosa para ellos? En esta entrada voy a dar respuesta a todas estas preguntas, y estoy seguro de que te van a sorprender.
Hemos analizado todo lo que ocurre durante la caída de un gato, y lo cierto es que no son pocas cosas. Además, te daremos algunas recomendaciones sobre lo que puedes y debes hacer dentro de tu hogar para que sea completamente seguro antes caídas y resbalones de tu gato.
Pero vamos a empezar por el principio, ¿por qué tu gato cae siempre de pie?
¿Por qué caen de pie?
Lo cierto es que es sorprendente la razón por la que consiguen caer siempre de pie. En realidad no se debe a un único factor, sino que tu gato combina una gran habilidad para mantener el equilibrio con un concepto fundamental de la física, que es la llamada ley de conservación del momento angular.
Pero no te preocupes, no me voy a poner teórico. Lo que voy a hacer es explicarte cómo el gato aprovecha estas cualidades en cuestión de décimas de segundo.
En primer lugar, los gatos son animales que se manejan muy bien en el aire y esto es gracias a su impresionante capacidad para detectar la gravedad.
Cuando se caen, tardan una décima de segundo en detectar de qué lado se encuentra su cabeza. Esto lo consiguen gracias al sistema vestibular, que se encuentra dentro del oído interno, y les da una enorme ventaja.
Gracias a este sistema son capaces de rotar su cabeza hacia el suelo lo más rápido posible. Su cuello actúa inmediatamente para conseguir esto, y así pueden ver el lugar sobre el que van a caer.
En el mismo momento en el que sus patas se separan de cualquier superficie se activa este instinto, de forma que a la décima de segundo ya están mirando a la superficie hacia la que se dirigen.
Pero el giro de su cabeza es solo una de las cosas que hacen durante los primeros instantes.
Además de esto realizan, no uno ni dos, sino tres tipos diferentes de movimientos.
El primero consiste en arquear la espalda. Si te fijas en esta imagen que muestra las diferentes fases de la caída de un gato, lo primero que realiza es arquear su espalda.
Fuente: nature
¿Por qué hace esto? Pues muy sencillo. Si el gato intenta girar su cuerpo sin más no lo conseguirá, ya que no tiene ningún punto de apoyo.
Lo que logra con esto es cambiar la velocidad angular, y es fundamental para poder girar su cuerpo. Pero esto por sí solo tampoco vale, así que lo acompaña de un segundo movimiento.
Este movimiento consiste en estirar las patas traseras y encoger las delanteras, que es otro de los requisitos para cumplir con la ley de conservación del momento angular.
Ahora ya sí, su cuerpo empezará a girar, permitiéndole hacer el tercer movimiento: girar sobre sí mismo.
Comenzará girando la parte delantera de su cuerpo, retorciendo todo su cuerpo en este paso, para después poder girar finalmente la parte trasera.
Esto, en realidad, es una técnica que también utilizan los patinadores sobre hielo.
Si alguna vez los has visto girar, te habrás dado cuenta de que estiran y contraen los brazos y la pierna para aumentar o disminuir su velocidad de giro. Lo que hacen es jugar con el impulso angular.
Como puedes ver, gracias a una serie de movimientos los gatos son capaces de girar primero su cabeza y después sus cuatro patas para poder caer a salvo en el suelo. ¡Y todo en cuestión de décimas de segundo!
Pero esto no es todo. ¿Sabes qué pasa si ya están colocados y todavía les queda distancia por recorrer? Bueno, pues aquí viene otra sorpresa de los gatos: son capaces de simular el efecto de un paracaídas.
Obviamente no consiguen los mismos resultados, pero sí que reducen la velocidad de caída.
Para ello lo que hacen es extender las cuatro patas y arquear su espalda, maximizando así la fricción con el aire. Ya será cuando se encuentren cerca del suelo cuando vuelvan a colocar las patas hacia abajo para amortiguar el impacto.
Como último recurso, flexionarán las patas para absorber el impacto y usarán sus garras para evitar resbalarse.
Pero ahora bien, ¿qué altura es la más peligrosa para un gato? Vamos a verlo en el siguiente punto, porque este dato también te sorprenderá.
¿Qué alturas son peligrosas?
Lo normal es que pensemos que caerse de una zona muy elevada es lo peor que le puede ocurrir, pero las caídas desde alturas bajas son también muy peligrosas.
De hecho, deberías saber que por muy rápido que el gato sea capaz de girarse, si cae de espaldas desde una altura de uno o dos metros no tendrá tiempo suficiente para caer de pie.
Es aproximadamente a los 3,5 metros cuando tienen todas las garantías de caer correctamente sobre sus 4 patas.
Pero, ¿Qué pasa cuando hablamos de grandes alturas?
Bueno, lo cierto es que aquí hay unos cuantos datos interesantes.
En un estudio publicado por Nature (ver estudio), en el que analizaron las caídas de 132 gatos desde diferentes alturas en la ciudad de Nueva York, llegaron a algunas conclusiones sorprendentes.
En primer lugar, la tasa de mortalidad alcanzaba su punto máximo cuando el gato caía desde la planta cuarta del edificio. Pero a partir de ahí, cuanto mayor era la altura de caída, menor era la tasa de mortalidad.
Como se puede ver, esta gráfica es totalmente distinta cuando se trata de personas.
Pero no sólo eso, sino que también el número de lesiones disminuía si la altura desde la que caían era mayor a un sexto piso. Esto es gracias al efecto de paracaídas que realizan con su propio cuerpo cuando tienen tiempo suficiente.
La velocidad máxima que son capaces de alcanzar es de 90 km/h. Para que te hagas una idea, si esto mismo le ocurre a una persona, podría llegar a alcanzar los 180 km/h.
Además, recuerda que un gato pesa solo unos pocos kilos.
Todos estos datos son sorprendentes, pero ahora vamos a entrar en detalle en lo que nos preocupa de verdad: cómo evitar que tu gato se haga daño si se cae dentro del hogar.
Consejos para evitar daños en la caída de un gato
Aquí hay una idea clara: por muy bueno que sea tu gato sobreviviendo a las caídas debes poner todo de tu parte para que nunca experimente una.
Asegúrate de proteger bien las ventanas y los balcones. Para la ventana bastará con que pongas una mosquitera, y si se trata de un balcón tendrás que instalar una red o malla.
Pero ¿y las caídas dentro de la vivienda?
Bien, aquí hay dos aspectos importantes:
- Los obstáculos que encontrará a su paso
- La superficie sobre la que caerá
¿Recuerdas que antes te comenté que las caídas desde una altura de uno o dos metros eran peligrosas?
Vale, pues puede suceder que tu gato se caiga desde 3 metros de altura, pero que durante la caída se encuentre con un mueble a una altura de un metro ochenta.
El resultado será que solo dispone de poco más de un metro para poder girar, y como ya sabemos esto no es margen suficiente. Por eso te recomiendo que retires todos los muebles u objetos de aquellos lugares cercanos a donde tu gato tiende a subirse.
Piensa que un golpe con el borde de una mesa puede ser muy peligroso.
Pero también debe preocuparte la superficie donde aterrizará tu gato en caso de caída.
Aquí tienes que evitar las superficies resbaladizas. Si tu gato se cae desde 3 metros de altura pero sus patas resbalan al entrar en contacto con el suelo no será capaz de amortiguar el golpe.
Sus patas se desplegarán y el impacto será mucho más fuerte.
Para evitar esto bastará con que coloques una alfombra en aquellos lugares donde puede caer y el suelo es resbaladizo. Así tu felino podrá sacar sus uñas y agarrarse bien a la superficie.
Si tu gato sufre una caída tendrá muchas posibilidades de salir ileso, pero también debes buscar las zonas más peligrosas dentro de tu hogar y ponerles solución.
Recuerda que los gatos sienten la necesidad de subirse a sitios altos, por lo que tendrás que analizar en qué puntos de la casa lo hace. Es mucho mejor realizar esta tarea de minimizar riesgos que impedirle subirse a las zonas elevadas.