¿Intentas acariciar a tu gato y no se deja? ¿Se pone agresivo o te evita?
Bien, no eres el único.
A muchos gatos no les gusta que los toquen, y es una situación muy frustrante.
Si quieres saber por qué tu gato no se deja acariciar no te pierdas este artículo. En él te voy a contar todas las razones que llevan a tu gato a evitar el contacto.
Si averiguas de cuál se trata podrás ponerle remedio y conseguirás que tu gato se deje acariciar.
1. Tiene mucha energía por gastar
¿Tu gato te da con la pata cada vez que le intentas tocar?
Entonces deberías plantearte si tiene la diversión que él necesita.
Cuando un gato tiene mucha energía acumulada y le apetece jugar lo último que querrá serán tus caricias.
Piensa que acariciarle es proporcionarle un rato de relajación y descanso. Por lo tanto, si el lo que quiere en ese momento es jugar, no querrá que le acerques tu mano.
En gatos que no tienen el suficiente entretenimiento en casa puede convertirse en una costumbre, ya que aprovechará cualquier acercamiento tuyo para provocarte.
Por eso te recomiendo que hagas sesiones de juego con él cada día y adaptes la casa para que tenga suficiente diversión en el hogar.
2. Está asustado
La mayoría de los gatos a los que no les gusta que les toquen han tenido una mala socialización cuando eran pequeños.
Esto significa que nunca se han acostumbrado a estar en contacto con los humanos cuando eran más jóvenes y, por lo tanto, ahora les tienen miedo.
En este caso es importante que vayas despacio y respetes sus límites.
Nunca debes intentar forzarle a que se deje tocar si no quiere.
Lo mejor que puedes hacer es asegurarte de que siempre tenga una experiencia positiva cuando esté cerca de ti.
Para ello, ofrécele comida, golosinas y juguetes que le gusten, y acarícialo sólo cuando se acerque a ti por voluntad propia.
Una buena forma de hacerlo es colocando comida entre tus dedos y con delicadeza acércasela a la boca. Así se acostumbrará a tener tu mano cerca de su cara.
Con tiempo y paciencia, aprenderá que no hay nada que temer cuando tiene tu mano en contacto con su cuerpo.
3. Malas experiencias en el pasado
Si su gato ha tenido malas experiencias con los humanos al tocarle, es normal que ahora no quiera que le toquen.
Los gatos son animales muy sensibles y recuerdan bien las experiencias negativas que han tenido en el pasado.
Por lo tanto, si alguna vez alguien le ha hecho daño o le ha hecho sentirse incómodo al ser tocado, es muy probable que no quiera que le vuelvan a tocar.
Lo mejor que puedes hacer en este caso es intentar que olvide esas malas experiencias.
Para ello deberás hacer lo mismo que en el punto anterior, pero siento decirte que si este es tu caso tardarás mucho más en ganarte su confianza.
Ármate de paciencia, y piensa que tu gato tiene un trauma, por lo que deberás darle el tiempo que necesite.
4. Está estresado
Hay muchas cosas que pueden estresar a un gato.
Por ejemplo, los cambios en la casa, como una nueva mascota, un bebé o una mudanza son bastante estresantes para ellos.
Pero no solo esto. No tener suficiente espacio para jugar o descansar o problemas de salud son otras de las fuentes más comunes de estrés.
Todos estos factores pueden hacer que su gato se sienta estresado y ansioso.
Y cuando un gato está estresado no querrá que le toquen porque se siente vulnerable y expuesto.
Algunas de estas razones serán pasajeras, pero en otras tendrás que poner de tu parte para que tu gato deje de estar estresado.
Esto significa proporcionarle un lugar seguro donde pueda esconderse cuando sienta miedo, ayudarle a que haga ejercicio y mantener un entorno lo más tranquilo y estable posible.
También puedes probar a utilizar productos antiestrés para gatos, como los difusores de feromonas.
5. Le duele algo
Otra razón que debes considerar si tu gato no se deja tocar es que le duele algo.
Piensa que los gatos son muy buenos ocultando su dolor, y a menudo la única forma de saber si tienen dolor es observando su comportamiento de cerca.
No se quejarán ni maullarán, sino que simplemente dejarán de hacer ciertos movimientos, o no querrá que le presiones en ciertas zonas del cuerpo.
Si crees que es tu caso lo mejor que puedes hacer es llevarlo al veterinario para que lo revise.
Explícale la situación y deja que le haga las pruebas que crea necesarias.
Cuando antes lo hagas antes podrás encontrar el problema de salud si es el caso.
6. No le estás acariciando correctamente
Los gatos son animales muy sensibles, y la forma en que los acariciamos marca la diferencia.
Si acaricias a tu gato de forma incorrecta no sólo no le gustará, sino que puede pensar que le estás atacando y se sentirá amenazado.
Por eso es tan importante saber cómo acariciar a un gato correctamente.
Si quieres aprener a hacerlo te recomiendo que veas el artículo en el que te explicamos en detalle cómo se debe acariciar a un gato.
Ahí te explicamos paso a paso cómo y dónde debes acariciar a tu gato.
Última actualización el 2024-08-27 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados