Los gatos se preocupan mucho por la limpieza y por ello pasan mucho tiempo lamiéndose. Esto les permite mantener un nivel de higiene óptimo pero no debemos pensar que no necesitan nuestra ayuda. Debemos vigilar su higiene y por eso es importante saber cómo limpiar las orejas a tu gato.
Hay gatos que consiguen mantener sus oídos limpios y otros que no, pero en ambos tipos de gato conviene preocuparse por esta parte del cuerpo.
Cómo limpiar las orejas a tu gato
1. Inspeccionar sus orejas
Esto debes hacerlo periódicamente. Aprovecha algún momento en el que tu gatito tenga sueño o este recostado cerca de ti, así evitarás que te arañe. Es fundamental que tangas una buena iluminación.
Para poder observar el interior de su oreja lo mejor es que le ladees la cabeza y tires con cuidado de la oreja hacia afuera cogiéndola del extremo.
El interior debe verse limpio o con muy poca cantidad de cera. Si detectas suciedad o cera deberás limpiar los oídos a tu gato. En el caso de que tenga algo anómalo y si ves que el oído parece limpio pero tu gato no para de sacudir la cabeza es mejor que lo lleves al veterinario. También si notas que desprende mal olor.
2. Prepáralo para la limpieza
Lo primero que debes hacer es buscar que se tranquilice. Esto será beneficioso tanto para él como para ti. Usa un tono de voz suave, hazle caricias, llévalo a una habitación que esté tranquila… tú mejor que nadie sabes como es tu gato. Si sigue inquieto puedes envolverlo con cuidado con una toalla.
Si no consigues que se tranquilice deja que se marche y vuelve a intentarlo al rato. Este proceso de limpieza lo deberás hacer una o dos veces al mes, por lo que conviene que no lo asocie a una mala experiencia.
3. Limpia sus orejas
Para limpiar sus oídos tienes dos formas: mediante una gasa o con un líquido especifico para limpiar los oídos de tu gato. Si la suciedad que presenta es poca bastará con la gasa.
3.1. Con una gasa o algodón
Para limpiar sus oídos con una gasa introdúcela con cuidado en su oreja y limpia la suciedad acumulada. No es necesario humedecerla.
También puedes ayudarte con un algodón. Es importante que te asegures de que el algodón no va a dejar ningún resto en su oreja. Si lo deseas, puedes humedecerlo con un poco de suero fisiológico, pero siempre con cuidado de que no entre humedad en el oído.
3.2. Con un limpiador de oídos
Otra alternativa es utilizar un limpiador de oídos específico para gatos. Asegúrate antes de administrar el producto que se encuentra a temperatura corporal. Sujétalo entre las manos para calentarlo, ya que si lo usas y está frío le harás daño a tu gato.
Aplícalo en ambos oídos siguiendo las indicaciones que vengan en el envase. Necesitarás inmovilizar a tu gato para que no sacuda la cabeza nada más echar las gotas.
4. Dale un premio
Cuando hayas terminado de limpiar las orejas a tu gato deberás darle un premio. Con esto reforzarás su buen comportamiento y conseguirás que se deje examinar la próxima vez.
Es importante mantener una buena limpieza de los oídos de tu mascota para prevenir futuras enfermedades. Pero si vez algo anómalo no dudes en llevarlo al veterinario.