Desmontando falsedades: los 50 mitos sobre los gatos más extendidos

Estoy seguro de que has escuchado muchas afirmaciones sobre los gatos a lo largo de tu vida, pero de lo que también estoy seguro es que muchas de ellas no tenían ningún tipo de base científica.

De hecho, existen una gran cantidad de mitos sobre los gatos, y es importante conocerlos para no caer en el error de creer que son ciertos.

Por eso, en este artículo te quiero explicar la verdad detrás de los 50 mitos más extendidos para saber cuidar de tu gato correctamente.

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1. La leche es buena para los gatos

Puede que pienses que la leche de vaca es un alimento saludable para los gatos. Pero… ¿Es realmente así?

El mito de que la leche es buena para los gatos es muy popular, pero la verdad es que no es nada recomendable darles leche de vaca.

A medida que envejecen, los gatos pierden la enzima necesaria para digerir la leche, por lo que se vuelven intolerantes a la lactosa.

De hecho, alimentar a tu gato con leche puede causarle problemas digestivos, como diarrea o vómitos. Y lo peor de todo es que la leche no le proporcionará los nutrientes necesarios para tu gato.

De todas maneras, si quieres o necesitas darle leche a un gato adulto, tienes en el mercado algunas opciones. Existen marcas que comercializan una leche baja en lactosa para poder ser tomada por gatos intolerantes a la lactosa.

No obstante, te recomiendo que si lo haces, vigiles el arenero para saber si a tu gato le está sentando bien este tipo de leche.

La leche es buena para los gatos

2. Todos los gatos que ronronean son felices

Cuando escuchas a tu ronronear sabes que lo hace porque está feliz, ¿verdad?

Bueno, es cierto que los gatos normalmente ronronean cuando están felices, pero también pueden hacerlo en otras situaciones.

Los gatos también ronronean cuando se sienten enfermos, tienen miedo o están experimentando dolor.

Aunque no se sabe con certeza por qué los gatos ronronean cuando se encuentran mal, se cree que la frecuencia del ronroneo tiene propiedades curativas y puede ayudar a reducir su dolor.

Por lo tanto, debes saber que un gato que ronronea no siempre es un signo de felicidad. En estos casos es importante estar atento a otras señales que indiquen si tu gato está feliz o no.

Los gatos felices pueden mostrar otras señales, como relajar la cola o mostrar interés en jugar.

Pero si tienes dudas sobre el comportamiento de tu gato, lo mejor es que lo consultes con tu veterinario.

3. Los gatos son animales nocturnos

¿Te has dado cuenta de que tu gato parece más activo durante la noche? Es posible que hayas escuchado que los gatos son animales nocturnos, pero la realidad es algo diferente.

Los gatos son en realidad animales crepusculares. Esto significa que son más activos al anochecer y al amanecer.

Pero no, no son animales nocturnos.

Es común que los gatos quieran jugar y tener actividad durante la noche, lo que puede interferir con tu propio sueño. Si este es tu caso, no te preocupes, hay formas de solucionarlo.

Te dejo el artículo en el que te explico paso a paso lo qué debes hacer para que tu gato te deje dormir toda la noche.

Si los sigues podrás restablecer sus ritmos circadianos y descansar correctamente.

Los gatos son animales nocturnos

4. Un año humano equivale a 7 años de gato

Es muy cómodo calcular la edad equivalente de un gato multiplicando sus años por 7, pero siento decirte que este método no es correcto.

Para que te hagas una idea aproximada, el primer año de vida de un gato equivale a unos 16 años humanos. Esto incluye el crecimiento desde un gato juvenil hasta un adulto pleno.

Luego, el segundo año de vida de un gato añade el equivalente a otros 9-10 años humanos, y cada año después de eso es aproximadamente igual a 4-5 años humanos.

Los gatos pueden tener una vida extraordinariamente larga. De hecho, se ha documentado que algunos gatos viven hasta los 25 años.

Pero es importante entender que la vida de un gato no puede medirse de la misma manera que la de un humano.

Los gatos tienen una forma de envejecer diferente y su esperanza de vida depende de varios factores, como la raza, la alimentación y el cuidado general.

5. Los gatos pueden ser veganos

Pensar que los gatos pueden ser veganos no solo no es correcto, sino que además es peligroso para su salud.

La realidad es que los gatos son carnívoros obligados y deben comer carne para satisfacer sus necesidades nutricionales.

Si intentas alimentar a tu gato con una dieta vegana, es probable que ésta le cause síntomas asociados con la desnutrición, añadiendo además los síntomas de una deficiencia de taurina.

Esto puede llevar a problemas de salud graves e incluso la muerte de tu gato.

Los gatos necesitan aminoácidos esenciales completos y equilibrados que solo se encuentran en la carne. Por eso te desaconsejo totalmente que le proporciones a tu gato una dieta vegana.

Si deseas ofrecerle una dieta saludable, debes alimentar a tu gato con alimentos que satisfagan sus necesidades nutricionales adecuadas.

Los gatos pueden ser veganos

6. Los gatos no necesitan ejercicio

Es muy común escuchar que los gatos no necesitan hacer ejercicio. Puesto que los gatos viven dentro del hogar y suelen pasar buena parte del día durmiendo, puede parecer que no les hace falta.

Pero no se trata más que de otro mito que hay que desterrar.

Los gatos necesitan hacer ejercicio para mantenerse saludables, y en buena parte esto va a depender de ti.

La obesidad es un problema común entre los gatos de interior, ya que no realizan suficiente ejercicio.

Además, los gatos son propensos a comer cuando están aburridos, y la mayoría de los alimentos para gatos son muy altos en calorías y deliciosos para ellos.

Por eso es importante asegurarse de que tu gato haga suficiente ejercicio todos los días para evitar problemas de salud como la obesidad.

Para lograrlo te recomiendo que hagas sesiones diarias de juego, le proporciones numerosos lugares a los que saltar y escalar, y que le dejes a mano varios rascadores.

Ten presente que el ejercicio es bueno para su salud física como mental. No lo dejes de lado. Y más si tu gato es exclusivamente de interior.

7. Tienes que dejar que tu gata tenga una camada antes de esterilizarla

¿Has escuchado alguna vez decir que debes dejar que tu gata tenga una camada antes de esterilizarla?

Pues esto no es más que otro mito, y la verdad es que no es necesario que tenga una camada antes de esterilizarla. De hecho, existen muchas razones por las que es mejor esterilizar a nuestra gata antes de que tenga una camada.

En primer lugar, existe una gran sobrepoblación de mascotas en algunas ciudades, y este es un problema serio. Cuando hay demasiados gatos en una zona, afecta a las pequeñas poblaciones locales de vida silvestre, como los gatos o las lagartijas.

Además, esta situación causa un aumento de las enfermedades infecciosas entre las poblaciones locales de gatos.

Pero no sólo esto. Los gatitos no deseados acaban normalmente en los refugios y muchos son sacrificados porque no tienen adónde ir.

Ten en cuenta que las gatas pueden quedarse embarazadas desde los 5 o 6 meses de edad. Es una etapa de su vida muy temprana, por lo que no es extraño que te pille desprevenido.

Por ello, la doctora Sarah Wooten recomienda mantener a las gatas jóvenes en el interior hasta que sean esterilizadas a los 5 o 6 meses de edad para evitar embarazos accidentales.

8. Los gatos siempre caen de pie

Los gatos son animales extremadamente ágiles y tienen una columna vertebral muy flexible que les permite retorcerse rápidamente en el aire.

Y esto les hace caer siempre de pie. Bueno, en realidad casi siempre.

Hay ocasiones en las que no les da tiempo. Y esto ocurre cuando caen desde lugares a baja altura.

Se ha estimado que a partir de  los 3,5 metros es cuando tienen todas las garantías de caer correctamente sobre sus 4 patas. Por debajo de esta altura dependerá de la agilidad y el estado de forma de cada gato.

Y aunque no lo creas, esto te interesa. Cuando caen desde bajas alturas pueden sufrir grandes lesiones.

Imagínate que tu gato se cae desde lo alto de una estantería y durante la caída hay una silla o una mesa. Si no le da tiempo a girarse el impacto será considerable, y podrá acabar lesionado.

Por eso, si tu gato ama subirse a los muebles de tu casa, procura que las zonas donde se pueda caer estén despejadas.

Así, en caso de despiste, se quedará todo en un susto.

Los gatos siempre caen de pie

9. Quitarle las uñas a los gatos no duele

¿Has oído hablar de la desungulación de gatos?

Algunas personas piensan que quitarle las garras a un gato no duele más que cortarle las uñas, pero esto es un grave error.

Algunas personas piensan que esta práctica es segura e indolora, pero la verdad es que es todo lo contrario. El mito de que quitarle las garras a los gatos no duele es completamente falso.

Quitar las garras de un gato es un procedimiento doloroso que involucra la amputación de la punta de los dedos del gato.

Este procedimiento puede causar dolor crónico en el gato y puede incluso cambiar su forma de caminar.

Además, los gatos necesitan sus garras para defenderse y para trepar, y muchos gatos pueden desarrollar agresión debido al dolor crónico y la falta de defensa.

Si te preocupa que tu gato te arañe o dañe tus muebles, existen alternativas a la amputación de las garras.

Te dejo el artículo en el que te doy todas las alternativas a la desungulación para que no tengas ni que plantearte esta opción.

La salud y el bienestar de tu gato es lo más importante. No arriesgues su salud y felicidad con un procedimiento doloroso como la desungulación.

10. Las mujeres embarazadas no pueden vivir con gatos

El décimo mito trata sobre las mujeres embarazadas. ¿Alguna vez has escuchado que las mujeres embarazadas no pueden vivir con gatos?

Esto es algo que mucha gente cree, ya que piensan que las embarazadas deben evitar los gatos debido a un parásito común que se encuentra en las heces de los gatos, el Toxoplasma gondii.

Este parásito puede causar defectos de nacimiento en los humanos, pero la realidad es que el riesgo de infección es muy bajo.

Si bien es importante que las mujeres embarazadas tomen precauciones para evitar la infección, como no limpiar la caja de arena del gato, el riesgo de infección es muy bajo.

Además, es fácil evitar la infección haciendo que otra persona que no esté embarazada limpie la caja de arena, o usando guantes al limpiar la caja de arena y lavándose las manos después de tocar al gato.

Por lo tanto, si se tiene en cuenta esta precaución, no hay motivo por el que una mujer embarazada conviva con un gato.

No obstante, si tienes alguna duda lo mejor es que lo consultes con tu médico o veterinario de confianza.

11. Pueden ver perfectamente en total oscuridad

Es un mito común pensar que los gatos pueden ver perfectamente en la oscuridad total. La realidad es que necesitan al menos un poco de luz para ver.

Sus ojos están adaptados para condiciones de baja luz gracias a las córneas delgadas y los iris que se abren ampliamente, permitiendo que entre más luz.

Además, los bastones en sus retinas magnifican los impulsos de luz, ayudándoles a ver mejor que nosotros en la penumbra.

Pero, en la oscuridad absoluta, los gatos no pueden distinguir lo que hay en su entorno.

De hecho, su famoso brillo verdoso en los ojos se debe al tapetum lucidum, una capa reflectante que intensifica la luz residual.

Por eso, aunque pienses en los gatos como criaturas de la noche, recuerda que ellos también necesitan un poco de luz para ver.

Los gatos pueden ver perfectamente en total oscuridad

12. Frotarle mantequilla en las patas le ayudará a encontrar el camino a casa

Pues sí, aunque te sorprenda, hay personas que afirman esto, pero no se trata más que de otro mito sin sentido.

Frotar mantequilla en las patas de un gato para ayudarle a regresar a casa tras mudarse de vivienda es totalmente ineficaz.

Este consejo se basa en una teoría errónea de que el gato se concentrará en lamerse las patas y olvidará su antiguo hogar.

La realidad es que el olor de su antiguo entorno persiste en su pelaje, y la mantequilla solo añade estrés y desorden.

Para que tu gato se acostumbre a un nuevo hogar, lo mejor es mantenerlo en casa durante un tiempo y acostumbrarlo gradualmente al exterior.

Además, debes asegurarte de que tenga un microchip para facilitar su identificación en caso de que se pierda.

13. A los gatos no se los puede entrenar

Si crees que los gatos no se pueden entrenar, prepárate para cambiar de opinión.

Los gatos pueden y deben ser entrenados, no solo por diversión sino también por su bienestar.

Pueden aprender una variedad de trucos, como traer un juguete o dar la pata.

De hecho, el récord mundial de trucos realizados por un gato en un minuto es de 26, lo que demuestra su enorme capacidad (fuente).

Eso sí, entrenar a un gato requiere de paciencia y el uso de refuerzos positivos.

Además, el entrenamiento ayuda a fortalecer tu vínculo con tu gato y proporciona estimulación mental.

Se recomienda entrenar a los gatos para comportamientos útiles, como entrar en su transportín, lo que reduce el estrés en visitas al veterinario.

Recuerda que mantener a los gatos activos y mentalmente estimulados es crucial. Necesitan entre 15 y 30 minutos de enriquecimiento dos veces al día. 

Aunque parezca que los gatos son mascotas de bajo mantenimiento, requieren tu atención y compromiso para estar sanos y felices. Y entrenarlos es una excelente manera de proporcionarles esta atención necesaria.

A los gatos no se los puede entrenar

14. Los gatos de interior no corren riesgo de contraer pulgas o garrapatas

No te engañes pensando que los gatos de interior están a salvo de pulgas y garrapatas.

Estos indeseables visitantes pueden entrar en tu casa de varias formas: a través de otros animales, personas que han estado en áreas infestadas o incluso por roedores que buscan refugio en tu hogar.

Además, con los inviernos más cálidos debido al cambio climático, las garrapatas se están volviendo más comunes en áreas donde antes no se veían. Y las pulgas, por supuesto, no tienen problemas para establecerse en los hogares.

Debes darle la suficiente importancia a este aspecto, ya que estos parásitos pueden causar problemas de salud como anemia y alergias.

La mejor manera de proteger a tu gato es mediante un tratamiento preventivo contra pulgas y garrapatas durante todo el año, sin importar si tu mascota sale al exterior o no.

15. El ajo mantiene a raya a los gusanos y las pulgas

A pesar de las creencias populares, no hay pruebas científicas de que el ajo prevenga los gusanos y las pulgas.

La teoría de que cambiar el olor o la química sanguínea de tu mascota con ajo disuadirá a los gusanos y las pulgas es incorrecta.

Además, el ajo contiene tiosulfato, que es tóxico para los gatos y puede causar anemia y otros problemas de salud graves.

El ciclo de vida de las pulgas es complejo y vivir en tu mascota es solo una parte de este. Para combatir eficazmente las pulgas y los gusanos, se necesita más que un remedio casero como el ajo.

Utilizar tratamientos antiparasitarios recomendados por veterinarios es la mejor opción.

16. Está bien dejar solo a un gato en casa durante un fin de semana largo

Aunque mucha gente piensa que los gatos son independientes y que con comida y agua bastará, esto no es cierto. Los gatos pueden sufrir ansiedad por separación, igual que los perros, y necesitan compañía.

No es recomendable dejar a tu gato solo más de 24 horas. Si debes ausentarte por más tiempo, lo mejor es pedir ayuda a un familiar o amigo.

Pero esta cifra puede cambiar en función de la edad de tu felino.

Los gatitos jóvenes requieren más atención, juegos y comidas frecuentes, por lo que es mejor no dejarles tantas horas solos. Si se quedan sin compañía por mucho tiempo, pueden buscar estímulos y tu casa podría volverse peligrosa para ellos.

Los gatos mayores, por otro lado, necesitan cuidados adicionales. Con ellos te recomiendo que no le dejes tanto tiempo solo como lo harías con un gato adulto.

Recuerda también que cada gato es único y su capacidad para estar solo variará, pero un fin de semana entero será mucho tiempo.

Está bien dejar solo a un gato en casa durante un fin de semana largo

17. Los gatos no necesitan oportunidades de socialización

A diferencia de los perros, para los que la socialización es reconocida como algo esencial, muchas personas asumen que los gatos no requieren estas experiencias.

Sin embargo, la evidencia científica muestra que la socialización es tan importante para los gatos como lo es para los perros.

Los gatos se benefician de la exposición temprana a otros gatos, humanos y una variedad de estímulos ambientales.

Estas oportunidades de socialización no solo ayudan en el desarrollo cognitivo de los gatos, sino también en su comportamiento social.

Desafortunadamente, las oportunidades para socializar a los gatos no son tan comunes como las que existen para los perros, en parte debido a la idea errónea de que son mascotas de bajo mantenimiento.

Es crucial reconocer que, para garantizar su bienestar, los gatos también necesitan experiencias de socialización variadas y enriquecedoras.

Y de ti dependerá que pueda tener estas experiencias.

18. Se debe dejar que los gatos laman sus propias heridas

Aunque es cierto que una lamida inicial puede ayudar a limpiar la herida, la realidad es que la lengua de un gato puede causar más daño que bien.

La saliva del gato, contrariamente a lo que muchos piensan, no es antiséptica. De hecho, las bacterias presentes en la boca de un gato pueden infectar la herida.

Además, el constante lamido mantiene la herida húmeda, lo que puede retardar el proceso de curación y provocar infecciones.

Si tu gato tiene una herida que no sana o se agrava con el lamido, es crucial consultar a un veterinario.

En algunos casos, puede ser necesario usar un collar isabelino para evitar que el gato se lama y permitir que la herida sane adecuadamente.

19. Sin bigotes un gato pierde todo sentido del equilibrio

Aunque es común pensar que un gato sin bigotes perdería su sentido del equilibrio, esto es completamente falso.

Los bigotes, o vibrisas, son en realidad pelos sensoriales que ayudan a los gatos a entender su entorno.

Estos bigotes transmiten información al cerebro sobre objetos cercanos o cambios en el aire, pero no afectan el equilibrio. El equilibrio de los gatos, al igual que en todos los mamíferos, es controlado por el oído interno.

Los bigotes de un gato son increíblemente importantes para medir distancias y espacios, pero no para equilibrarse.

Por lo tanto, nunca debes cortar ni manipular los bigotes de un gato, ya que esto puede afectar su habilidad para navegar su entorno.

Sin bigotes un gato pierde todo sentido del equilibrio

20. Cuando un gato te lame, es su versión de besarte

La idea de que un gato te lame como una forma de besarte es un tanto simplista. En realidad, el lamido de un gato puede tener múltiples razones.

Una de ellas es marcarte como parte de su territorio, dejando un olor distintivo en ti. Si tu gato te lame, te está depositando su olor y tratando de asegurarse de que otros gatos o animales sepan que le perteneces.

Pero también puede ser un signo de estrés o ansiedad, por lo que es importante prestar atención al entorno y a los juegos diarios para reducir el estrés del gato.

Además, un gato podría lamer para indicar que algo anda mal, ya sea una condición médica o una herida. Si tu gato lame excesivamente, es importante consultar con un veterinario.

Otro motivo puede ser simplemente que les gusta el sabor de tu piel, especialmente si has sudado o te has aplicado lociones.

Si bien lamer puede ser un gesto de cariño, no es la forma principal en que los gatos expresan su afecto.

Los gatos suelen mostrar su cariño de otras maneras, como amasándote, dándote cabezazos, durmiendo sobre ti o incluso cazando y dejándote sus presas.

21. Si mueve la cola, es que está feliz

Cuando un gato mueve la cola, ¿crees que siempre está feliz? Bueno, lo cierto es que interpretar el lenguaje de la cola de un gato no es tan simple.

A diferencia de los perros, cuyo meneo de cola a menudo significa alegría, los gatos usan su cola para expresar una gama mucho más amplia de emociones.

El movimiento de la cola puede indicar desde felicidad hasta molestia o incluso dolor.

Por ejemplo, cuando tu gato está contento, su cola se mueve lentamente de lado a lado, pero si la cola se agita con fuerza, es probable que algo lo haya perturbado.

Además, los movimientos rápidos y sutiles pueden significar excitación, mientras que un tic o espasmo durante el sueño podría ser un signo de relajación profunda o, en el caso de estar soñando, de actividad cerebral intensa.

Es crucial observar el contexto en el que tu gato mueve la cola para entender realmente lo que siente.

Entender el lenguaje de la cola de tu gato te ayudará a cuidar mejor de él, ya que serás consciente de sus necesidades y emociones.

Si un gato mueve la cola es que está feliz

22. Los gatos son animales solitarios

Es cierto que en la naturaleza, muchos gatos salvajes prefieren la soledad, a diferencia de los perros que vienen de lobos y adoran estar en manada.

Sin embargo, la situación cambia cuando hablamos de los gatos domesticados. Estos pequeñines pueden crear lazos increíblemente fuertes no solo con las personas sino también con otros animales, incluidos los perros.

Y hay más: algunos gatos se apegan tanto a sus humanos que pueden sufrir ansiedad por separación si se encuentran solos por períodos prolongados.

Esto demuestra que, a pesar de sus orígenes solitarios, los gatos pueden y de hecho buscan compañía y afecto.

23. Los gatos negros traen mala suerte

Esta creencia, arraigada en la superstición, varía enormemente según la cultura.

En Japón, por ejemplo, cruzarte con un gato negro podría ser tu día de suerte.

Sin embargo, en otros lugares como Estados Unidos y gran parte de Europa, estos felinos son injustamente asociados con presagios oscuros. Curioso, ¿verdad?

Pero hay más. En Alemania, la dirección en la que un gato negro cruza tu camino podría significar buena o mala fortuna.

Y mientras que en Escocia, un gato negro en tu puerta podría significar riqueza inesperada, en Italia se cree que si un gato negro salta sobre la cama junto a una persona enferma, ésta morirá pronto.

Pero aquí está la realidad: los gatos negros son exactamente como cualquier otro gato, llenos de amor y capaces de proporcionar una compañía inigualable.

La única desgracia real es ver cómo estas creencias han afectado su adopción.

Es vital recordar que el color de su pelaje no tiene nada que ver con su personalidad o el «poder» místico que puedan tener.

Desmentir estos mitos no solo es necesario: es un acto de amor hacia estos maravillosos compañeros.

Los gatos negros traen mala suerte

24. Tienen 7 (o 9) vidas

Los gatos tienen solo una vida, a pesar del popular mito de las nueve vidas.

Este encantador pero falso concepto quizás se originó en la admiración por la habilidad felina para sobrevivir contra todo pronóstico.

Ya sea evadiendo un peligro inminente o sobreviviendo caídas que dejarían a cualquier humano seriamente lesionado, los gatos demuestran una y otra vez su increíble capacidad para la supervivencia.

Historias de William Shakespeare y antiguas creencias egipcias han alimentado este mito, otorgando a los gatos un aura de misticismo y poderes casi sobrenaturales.

Sin embargo, la realidad es que, como cualquier ser vivo, los gatos también son vulnerables. Su supervivencia depende enormemente de los cuidados que les proporcionemos, desde un entorno seguro hasta la atención veterinaria regular.

En nuestra mano está el asegurar que la única vida de nuestros gatos sea plena y segura, demostrándoles amor y protección en todo momento.

25. Los gatos de interior no necesitan tantas vacunas como los gatos de exterior

La verdad es que, independientemente de su estilo de vida, todos los gatos están en riesgo de contraer enfermedades infecciosas.

Los virus, como el moquillo felino, pueden introducirse en casa a través de nuestras ropas y zapatos, poniendo en peligro a nuestros compañeros de cuatro patas. ¡Incluso si nunca ponen una pata fuera de casa!

Esto hace crucial la vacunación adecuada para protegerlos contra estas enfermedades potencialmente mortales.

Además, la vacunación contra la rabia es esencial no solo para la salud de tu gato, sino también como una medida de salud pública para proteger a los humanos.

Lo sé, tu gato de interior puede parecer seguro en su burbuja, pero enfermedades como la leucemia felina y la rabia no conocen fronteras.

Un simple descuido en el que tu gato se escape de casa, o un murciélago que se cuela en tu hogar, podrían poner en riesgo su salud.

Por eso es importante seguir las pautas de vacunación recomendadas por los expertos.

No se trata simplemente de cumplir con la ley, sino asegurar el bienestar de tu compañero felino.

26. La comida seca es mejor que la comida húmeda

Contrario a lo que muchos piensan, la comida húmeda supera a la seca para los gatos, no solo en sabor, sino en beneficios nutricionales.

La comida enlatada, rica en proteínas y baja en calorías, aporta la cantidad de agua que los gatos necesitan para mantenerse hidratados.

Esto es especialmente crucial para aquellos que sufren de enfermedades como la renal, diabetes o problemas urinarios, donde una hidratación adecuada es fundamental para su salud.

Además, el sabor de la comida húmeda suele ser mejor que el de la seca, lo que la hace una opción predilecta para los gatos más exigentes con su dieta

Por eso, si estás buscando lo mejor para tu amigo felino, considera incluir más comida enlatada en su alimentación. No solo les estarás ofreciendo un festín en cada comida, sino que también contribuirás a su bienestar general.

La comida seca de los gatos es mejor que la comida húmeda

27. No pasa nada si comen un poco de chocolate

Déjame ponerme un poco más seria aquí: el chocolate no es un capricho que debas compartir con tu gato, ni siquiera en cantidades pequeñas.

Aunque pueda parecer un pequeño capricho inofensivo, darle incluso una pizca de chocolate a tu gato es extremadamente peligroso.

El culpable es la teobromina, un alcaloide que se encuentra en todas las variedades de chocolate, especialmente en el amargo, y que es letal para nuestros amigos felinos.

Esta sustancia puede provocar intoxicación severa. Además, debido a que los gatos tampoco deben tomar azúcar, el riesgo de problemas es doble.

Por tentador que sea compartir tu golosina con tu pequeño felino, recuerda que su salud está en juego.

Mantén el chocolate lejos de su alcance y asegúrate de que su dieta sea segura y adecuada para sus necesidades nutricionales.

28. Existen razas de gatos hipoalergénicas

La idea de un gato hipoalergénico es, lamentablemente, un mito.

A pesar de las promesas, la realidad es que todos los gatos, sin importar su raza, producen la proteína “Fel d 1”, la verdadera causante de las alergias a los gatos.

Esta proteína se encuentra en su saliva, piel y orina, y se transmite por el aire cuando se acicalan y su saliva se seca en su pelaje.

Incluso las razas que se promocionan como «hipoalergénicas», como el Cornish Rex con su pelaje corto y rizado, no están exentas de producir esta proteína.

A pesar de las historias personales sobre la adaptación a ciertas razas, la ciencia nos recuerda que la alergia puede variar de una persona a otra y de un gato a otro, pero el riesgo siempre está presente.

Por eso, si sufres de alergia, es crucial que tomes precauciones y no te dejes llevar por la idea de que ciertas razas no te afectarán.

La adopción debe ser una decisión informada, considerando no solo el amor que puedes dar y recibir, sino también tu salud y bienestar.

Existen razas de gatos hipoalergénicas

29. A los gatos no les importan los seres humanos

Vale, puede que los gatos no te reciban con efusividad en la puerta como lo haría un perro, pero desarrollan vínculos profundos con sus compañeros humanos.

Ellos nos ven como miembros de su familia, lo cual es un gran elogio viniendo de un animal que, por naturaleza, es bastante independiente.

Los gestos como los cabezazos o el amasado con sus patas son sus formas de comunicar cariño y posesión. Se tratan de señales claras de que valoran nuestra compañía.

Cuando veas a tu gato esperándote tranquilamente, recuerda que su forma de expresar amor y apego es simplemente diferente. Pero no por ello es menos significativa.

Los gatos sí que se preocupan por nosotros, solo que lo hacen a su manera.

30. Los gatos aman las caricias

Pues sí, no todos los gatos se derriten con las caricias. La clave está en entender que el contacto físico debe ser en sus términos, no en los nuestros.

Acariciar a un gato sin conocer sus gustos puede llevar a malentendidos y, a veces, a un arañazo o mordisco.

Un ejemplo: pasar la mano por encima de su cabeza y espalda, como si estuvieras pintando una valla, puede resultar más irritante que placentero para tu felino.

Si lo haces, estarás sobreestimulando a tu gato, y podrás llegar a lo que se llama como “agresión inducida por caricias”.

Esto se debe a que los gatos tienen receptores táctiles en los folículos pilosos distribuidos por todo su cuerpo. Estos receptores son capaces de registrar el placer de ser tocados.

Sin embargo, los gatos tienen un umbral de sensibilidad que, una vez cruzado, convierte el placer en molestia o incluso dolor.

Cuando esto sucede, tu gato necesita que el estímulo cese de inmediato, y su reacción será morderte para que te detengas.

Por ello te recomiendo que dejes que tu gato se acerque primero, ofreciendo tu mano para que él decida si quiere interactuar. Así sabrás dónde prefiere ser acariciado.

Notarás que algunos gatos disfrutan de las caricias en zonas específicas como la barbilla, las mejillas o detrás de las orejas. Estas áreas son generalmente aceptadas por ellos, mientras que la tripa y las patas suelen ser territorio prohibido.

Pero recuerda que cada gato es único; algunos pueden permitir caricias en su pecho o espalda, mientras que otros pueden considerarlo una invasión a su espacio personal.

Aprender los límites y preferencias de tu gato no solo evitará momentos incómodos sino que también reforzará el lazo afectivo entre ambos.

Dónde acariciar a un gato - Mejores lugares

31. Los gatos odian a los perros

¿Has escuchado que los gatos odian a los perros por naturaleza? La idea de que estos dos animales no pueden ser amigos es solo un mito.

Muchas veces, lo que sucede es que no se presentan de la manera correcta.

Si introduces a un gato y un perro lentamente, con paciencia y en el momento adecuado, puedes sorprenderte de lo bien que se llevan.

Es clave darles su espacio, hacer las presentaciones poco a poco y supervisar sus primeros encuentros para evitar estrés.

Con un poco de refuerzo positivo, pronto podrían empezar a ver al otro como un compañero y no como una amenaza.

No todos los gatos y perros se convertirán en mejores amigos, pero muchos pueden aprender a coexistir pacíficamente.

Olvídate de los dibujos animados. En la vida real, con paciencia y amor, los gatos y perros pueden llegar a entenderse y respetarse.

Los gatos odian a los perros

32. Los gatos no son animales mimosos

¿Crees que los gatos son fríos y distantes? Bueno, pues déjame que te lleve la contraria. La realidad es que muchos gatos adoran acomodarse en tu regazo y disfrutar de tus caricias.

El problema surge cuando esperamos que demuestren su afecto de la misma manera que los perros.

Los gatos tienen su propio idioma de amor. Aunque no te reciben con ladridos de alegría ni mueven la cola, muchos disfrutan acurrucándose a tu lado y ronroneando suavemente.

Este mito se alimenta de comparar injustamente a los gatos con los perros, sin reconocer que cada gato tiene su personalidad y manera de mostrar cariño.

Sí, los gatos necesitan sus momentos de soledad, pero eso no significa que no sean mimosos.

Al entender y respetar su naturaleza, te darás cuenta de que los gatos pueden ser increíblemente tiernos y amorosos, cada uno a su manera.

33. Todos los gatos odian el agua

Aunque te sorprenda, no todos los gatos huyen del agua como si fuera veneno.

Si bien es cierto que muchos gatos prefieren mantenerse secos y pulcros, no todos comparten esta aversión al agua. Hay razas como el gato Van Turco o el bengalí, que se zambullen en el agua con gusto.

¿La razón? Algunos simplemente disfrutan nadar, mientras que otros podrían estar siguiendo instintos más profundos.

Los gatos invierten mucho tiempo en acicalarse para mantener su pelaje impecable, y mojarse significa echar a perder ese esfuerzo meticuloso.

Además, imagina tener que llevar un abrigo empapado todo el día. Así es como se sienten ellos cuando se mojan.

Sin embargo, esto no significa que el agua sea un enemigo natural para todos. Introducir el agua de manera positiva desde una edad temprana puede hacer que un gato disfrute de jugar con el agua.

Recuerda que forzarlos no es la solución, pero no te sorprendas si ves a uno curioseando alrededor del fregadero.

34. Si come hierba, es que está enfermo

Ver a tu gato comiendo hierba puede hacerte pensar que algo no está bien, pero en realidad, es bastante normal. Aunque los gatos son principalmente carnívoros, la hierba juega un papel interesante en su bienestar.

Algunos expertos sugieren que la hierba puede ayudarles a lidiar con la indigestión, facilitando la expulsión de pelos o presas no digeribles.

Además, la hierba proporciona nutrientes como el ácido fólico, vital para su salud sanguínea y digestiva.

También se cree que comer hierba es un comportamiento instintivo para purgar parásitos, especialmente en gatos más jóvenes con sistemas inmunológicos en desarrollo.

Y no olvidemos que algunos gatos simplemente disfrutan del sabor y la experiencia de masticar hierba, lo que puede ser una forma de aliviar el estrés o la ansiedad.

Así que si tu compañero felino opta por un festín verde ocasional, no es necesariamente una señal de alarma.

Solo recuerda mantenerlos alejados de plantas tóxicas y asegurarte de que su «ensalada» esté libre de químicos peligrosos.

Si un gato come hierba es que está enfermo

35. Lo mejor para los gatos es comer carne cruda

Muchos piensan que alimentar a los gatos con carne cruda es lo más natural y beneficioso para ellos. A primera vista, tiene sentido; después de todo, los gatos son cazadores por naturaleza.

Pero aquí viene el pero: la carne cruda solo es ideal si tu gato consume la presa entera, fresca y sin procesar.

Alimentar a tu gato por tu cuenta con carne cruda puede llevar a desequilibrios nutricionales y exponerle a enfermedades infecciosas como la salmonella y E. coli

Es más seguro y saludable optar por alimentos formulados específicamente para las necesidades dietéticas de tu felino, reduciendo así el riesgo de enfermedades y desequilibrios nutricionales.

36. Los gatos se comunican entre sí maullando

¿Sabías que los gatos no se maúllan entre sí?

Los maullidos son parte de una estrategia especial que los gatos han desarrollado para comunicarse con los humanos, no con otros gatos.

En lugar de maullidos, los gatos se comunican entre ellos a través del olfato y señales físicas, como frotarse o marcar territorio, y la posición de la cola.

Una cola erguida, por ejemplo, es su manera de decir «hola» amistosamente a otro gato. 

Los maullidos son, en realidad, una forma de autodomesticación, una manera ingeniosa de llamar nuestra atención y lograr lo que quieren de nosotros.

Por eso, cada vez que tu gato maúlle, debes recordar es su forma especial de interactuar contigo

Se trata de un signo de la profunda conexión que han desarrollado los gatos con los humanos a lo largo de los años.

37. A todos los gatos les encanta el catnip

Creer que el catnip es el placer universal de todos los gatos es otro mito extendido.

Resulta que la afición por el catnip depende de la genética, y sólo entre el 50 y el 70% de los gatos están genéticamente predispuestos a caer bajo su hechizo.

Para el resto, el catnip no es más interesante que una hoja común y corriente.

Este fenómeno se debe a la nepetalactona, que en los gatos sensibles provoca una alegría especial.

Sin embargo, no todos los felinos tienen la suerte de experimentar este éxtasis. Es más, la intensidad de la respuesta al catnip disminuye con la edad.

Para los gatos que sí disfrutan del catnip, la euforia dura unos 15 minutos, pero cuidado, porque el exceso de catnip puede causarles malestar.

Por eso, si tu amigo felino es fanático del catnip, ofrécele solo un poco para evitar problemas.

A todos los gatos les encanta el catnip

38. No necesitan controles periódicos

No, los gatos no tienen superpoderes para mantenerse siempre sanos. La idea de que no necesitan controles periódicos es un mito muy peligroso.

En realidad, las visitas regulares al veterinario son cruciales para su bienestar. No esperes a que tu gato muestre signos de enfermedad para llevarlo al veterinario.

Los chequeos anuales, las vacunas, los exámenes dentales y las consultas nutricionales son esenciales para prevenir problemas antes de que empiecen.

Programar visitas regulares al veterinario es una parte fundamental del cuidado de tu gato, asegurando que tenga una vida larga, saludable y feliz.

39. Los gatos sólo comen lo que necesitan

Contrario a la creencia popular, los gatos no siempre regulan su alimentación basados únicamente en necesidades fisiológicas.

Comer por estrés o aburrimiento es tan común en ellos como en nosotros.

Con alimentos densos en calorías fácilmente disponibles, mantener a tu gato dentro de un límite calórico adecuado se puede convertir en todo un desafío.

Y aunque la comida enlatada puede parecer una solución al ser menos calórica, su tiempo de conservación una vez abierta es muy bajo.

La solución no es rellenar constantemente su cuenco.

La clave está en ofrecer formas más estimulantes de alimentación, como rompecabezas o juguetes dispensadores de comida que despierten su interés.

Estos no solo satisfacen su instinto de caza, sino que también previenen el sobrepeso al hacer que trabajen por su comida.

40. Deja la comida en el plato porque no tiene hambre

¿Tu gato deja comida en su plato y crees que es porque no tiene hambre? Tal vez no sea así.

El problema podría ser el llamado «estrés de los bigotes».

Los bigotes de un gato son increíblemente sensibles y le ayudan a sentir su entorno. Pero cuando un gato come en platos profundos, sus bigotes rozan constantemente los bordes, pudiendo causar estrés y malestar.

Esto puede hacer que eviten las áreas del plato que les causan este problema, pareciendo que no terminan su comida por falta de apetito.

La buena noticia es que hay una solución fácil: usa platos bajos y anchos que no interfieran con sus bigotes.

Adoptar este pequeño cambio puede mejorar significativamente la experiencia de alimentación de tu gato, asegurando que coman con comodidad y sin estrés.

Los gatos dejan la comida en el plato porque no tienen hambre

41. Requieren poco mantenimiento

Es cierto que los gatos pueden parecer menos demandantes en comparación con los perros, ya que no necesitas sacarlos a pasear varias veces al día, pero esto no significa que puedas ignorar sus necesidades.

Pero mucho cuidado: la creencia de que los gatos son autosuficientes y no requieren mucha atención puede llevarnos a descuidar aspectos importantes de su bienestar.

Algunos dueños de gatos creen que pueden dejar a sus gatos solos en casa durante más de un día con solo un comedero automático y agua.

Sin embargo, esto es un error. Los gatos también experimentan ansiedad por separación y necesitan de la estabilidad y el cariño de su hogar, tanto como los perros.

Puede que no lo demuestren de la misma manera, pero su bienestar emocional es tan importante como su salud física.

Por eso nunca debes olvidar que tener un gato requiere de tu tiempo, atención y cuidado.

42. Pueden comer comida para perros

Quizás pienses que un poco de comida para perros no le hará daño a tu gato, pero te equivocas. Los gatos y los perros tienen necesidades nutricionales muy distintas.

Los gatos son carnívoros estrictos que necesitan taurina y ácido araquidónico para evitar problemas de salud graves como ceguera y problemas de piel.

La comida para perros simplemente no contiene estos nutrientes esenciales.

Si tu gato se siente tentado por la comida del perro, es crucial alimentarlos en áreas separadas y a la misma hora, asegurándote de retirar cualquier sobra.

No te lo tomes a broma. Aunque sea de la misma marca, la comida para perros no cumple con las necesidades dietéticas de un gato.

43. Lo mejor para los gatos es vivir al aire libre

Aquí voy a ir directo al grano: mantener a tu gato dentro de casa puede salvarle la vida.

Aunque algunos argumentan que los gatos son más felices deambulando libremente por el exterior, la realidad es que esto podría acortar drásticamente su esperanza de vida.

Un gato de exterior vive, en promedio, hasta cinco años, mientras que uno de interior puede vivir hasta 14 años o más. Es una diferencia enorme.

Además, al dejar a tu gato al aire libre, lo expones a riesgos como enfermedades, parásitos, y peligros de tráfico, sin mencionar el impacto negativo que tienen en la fauna local.

Se ha calculado que cada año, los gatos al aire libre en los Estados Unidos matan alrededor de 2,400 millones de aves.

Sin embargo, esto no significa que tu amigo felino deba aburrirse dentro de casa.

Proporcionarle enriquecimiento, como juguetes, muebles a los que escalar y cajas de cartón, puede hacer que la vida interior sea una aventura diaria para tu gato.

Lo mejor para los gatos es vivir al aire libre

44. Los gatos no son sociables entre sí

Creer que los gatos son seres solitarios y que prefieren vivir sin la compañía de otros gatos es un malentendido muy común.

Lo cierto es que la sociabilidad de los gatos varía enormemente entre los felinos. Esto se debe a factores como la genética, sus experiencias de vida y cómo fueron criados.

Algunos gatos forman lazos estrechos con compañeros felinos y disfrutan de su compañía, mientras que otros pueden encontrar la presencia de otro gato en el hogar como algo estresante.

Es por esto que no se puede aplicar una regla general a todos los gatos.

Tomar en cuenta las preferencias individuales de tu gato es esencial antes de decidir expandir tu familia felina. Si obligas a tu gato a interactuar cuando no desea hacerlo puede resultar en estrés y problemas de comportamiento.

Antes de tomar la decisión, considera cuidadosamente las necesidades y deseos de tu gato para promover un ambiente armonioso y feliz para todos.

45. Fueron responsables de la propagación de la peste

Pues sí, en la Edad Media, los gatos fueron injustamente acusados de propagar la peste.

La gente creía que los gatos, vinculados con brujas y el mismísimo diablo, eran los culpables de la devastación causada por la peste negra.

Esto llevó a una cruel caza de gatos, pensando que eliminándolos, el horror terminaría.

Sin embargo, la realidad era otra: la verdadera culpable era una pulga que vivía en las ratas, no en los gatos.

Al reducir drásticamente la población de gatos, los grandes cazadores de roedores, las ratas se multiplicaron, provocando que la peste se esparciera aún más rápido.

Una ironía fatal que muestra cómo los malentendidos pueden tener consecuencias desastrosas.

46. No saben nadar

¿Sabías que la mayoría de los gatos pueden nadar? Sí, a pesar del estereotipo de que todos los gatos odian el agua, la naturaleza les ha dotado de la habilidad de nadar.

El rechazo al agua se debe principalmente a su aversión a tener el pelaje mojado, ya que les hace sentirse pesados y les dificulta moverse con la agilidad a la que están acostumbrados.

Además, los gatos son criaturas de hábitos y prefieren lo familiar. Un charco grande de agua representa un misterio para la mayoría de ellos, razón por la cual prefieren evitarlo.

Pero no te equivoques, si se ven en la necesidad, estos astutos mamíferos saben cómo mantenerse a flote. De hecho, algunas razas, como el Maine Coon y el Bengala, hasta disfrutan de un buen chapuzón de vez en cuando.

Así que ya lo sabes: tu gato puede nadar, pero simplemente prefiere no hacerlo.

Los gatos no saben nadar

47. Los gatos sólo rocían con orina para marcar su territorio

Piensa que tu gato rocía con orina no solo como una forma de decir «esto es mío», sino también como una señal de que algo no va bien.

Efectivamente, marcar territorio es una razón muy común por la que los gatos rocían con orina, pero hay mucho más en este comportamiento.

Los gatos también pueden usar el rociado como una forma de lidiar con el estrés o señalar que tiene algún problema de salud.

Si notas que tu gato está rociando en lugares inusuales dentro de casa, no te enfades y pon toda tu atención.

Podría estar tratando de decirte que algo le duele o que está sufriendo algún problema, como inflamación del tracto urinario o incluso dolor en las articulaciones.

Ignorar estas señales puede agravar estos problemas. Por eso, en lugar de regañarlo, trata de entender qué podría estar intentando comunicarte tu gato.

48. Cepillarle los dientes es una tontería

Esta rutina, lejos de ser un simple capricho, es esencial para su salud bucal y general.

Cepillar los dientes de tu compañero felino no solo mejora su aliento, sino que también reduce significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades dentales.

Además, te da la oportunidad de detectar a tiempo cualquier anomalía en sus dientes y encías.

Un cepillado regular puede evitar muchas visitas al veterinario. Y si no sabes por dónde empezar, no dudes en pedir consejo a tu veterinario.

Hacer que el cepillado de dientes sea un hábito puede mejorar enormemente la calidad de vida de tu gato. No lo dejes pasar.

Cepillarle los dientes a los gatos es una tontería

49. Roban el aliento de los bebés

Esta es una imagen que podría inquietar a cualquiera, pero la realidad es que no hay nada de cierto en ello.

Este mito seguramente derivó de la preocupación por la seguridad de los bebés alrededor de mascotas, especialmente cuando se dejan solos y desatendidos.

Los gatos, al ser animales que persiguen constantemente el calor, pueden buscar la proximidad de un bebé por su calor corporal, no por su aliento.

Aunque la idea de que un gato pueda robar el aliento de un bebé es un mito, es importante recordar que la seguridad debe ser siempre una prioridad.

Nunca es aconsejable dejar a un gato y un bebé solos juntos sin vigilancia.

Mantener al gato fuera de la habitación del bebé mientras duerme, ya sea mediante el cierre de puertas o la instalación de barreras, es una medida sensata para evitar cualquier posible accidente.

Al fin y al cabo, es mejor prevenir y asegurarse de que tanto los bebés como los gatos estén seguros y felices.

50. Un gato con cascabel no cazará pájaros

Contrario a lo que muchos piensan, los gatos son lo suficientemente astutos y rápidos para aprender cómo moverse sin hacer sonar el cascabel.

De hecho, incluso pueden convertirse en cazadores más eficaces mientras lo llevan puesto. No te dejes engañar por una solución tan simple.

Si tu intención es proteger a los pájaros y mantener la vida silvestre segura, la solución más efectiva es mantener a tu gato dentro de casa en los momentos críticos de caza, como el amanecer y el anochecer.

Además, hay formas creativas de satisfacer el instinto de caza de tu gato sin poner en riesgo a otros animales. Ofrécele juguetes que imiten a sus presas y dedica algo de tiempo cada día a jugar con tu gato en casa.

Estas actividades no solo mantendrán a tu gato entretenido, sino que también ayudarán a proteger a la vida silvestre.

Un gato con cascabel no cazará pájaros

Con esto ya hemos repasado los 50 mitos más extendidos sobre los gatos.

Pero ahora quiero que sigas aprendiendo sobre las curiosidades que rodean a nuestros compañeros felinos, y por eso te recomiendo que veas este artículo en el que te explico la razón de 60 comportamientos extraños de los gatos. ¡Aprenderás muchísimo sobre ellos!


Bibliografía:

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