7 consejos para enseñar a tu gato a dormir en su cama

Los gatos son animales que pasan buena parte del día durmiendo, y gracias a su enorme agilidad pueden hacerlo en cualquier lugar de la casa. Son capaces de alcanzar cualquier rincón de la casa de un salto.

Si te gusta darle libertad a tu gato para que duerma donde desee no tendrás que hacer nada, pero si prefieres que duerma en su cama tendrás que seguir un proceso de adaptación.

Es recomendable que realices estas tareas lo antes posible (cuánto más joven, mejor), pero te servirá para cualquier edad. Vamos a ver los 7 consejos para lograr que tu gato duerma en su cama.

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1. Encuentra la textura de cama correcta

Lo primero en lo que deberás fijarte es en el material con el que está hecho la cama. Debes procurar tener disponibles una gama de texturas diferentes para que tu felino pueda elegir.

Piensa que cada textura le proporcionará una sensación de descanso diferente, y tu gato tendrá sus preferencias. Una cama puede ser de fieltro, lana, borrego, algodón, poliéster… Hay un sinfín de opciones diferentes y tu felino se sentirá más cómodo en unas que en otras.

Tu primer objetivo será el de encontrar el material perfecto para el descanso de tu gato. Tendrás que dejar a su alcance 3 o 4 camas diferentes para localizar la textura que más le guste.

2. Busca la forma de cama que más le gusta a tu gato

Se trata del mismo principio que en el punto anterior, solo que en lugar de probar con diferentes texturas deberás también variar con las distintas formas que puede tener una cama.

De nuevo, la variedad es enorme. Hay camas redondas, con forma de cueva, rectangulares, tipo cuna… Por suerte, en este punto podrás acotar más las opciones simplemente fijándote en la forma de dormir de tu gato.

Si le gusta descansar estirado elige una cama rectangular y grande, si duerme hecho un ovillo opta por la cama tipo cuna y si le gusta esconderse para dormir podrás elegir una cama-cueva. Así podrás limitar el número de camas que compras.

3. Compra las camas más económicas

Tras leer los dos puntos anteriores pensarás: ¿Pero cuánto me voy a gastar en camas para mi gato? Bueno, lo cierto es que necesitarás comprar varias, pero te recomiendo que sean lo más simples y económicas posibles.

En las tiendas de animales hay camas preciosas que nada más verlas te encariñas con ellas. Te las imaginas en el salón de tu casa y ves que encajan con la decoración del hogar. Pero hay un problema: todas esas camas tienen un sobrecoste por el diseño.

Tienes que tener en mente que a tu gato el aspecto de la cama le da igual. Solo necesita estar cómodo en ella. Por eso es importante que al principio hagas la menor inversión posible.

Solo estás intentando dar con la cama ideal para tu gato. Cuando la encuentres, ya podrás valorar si haces una inversión mayor por una cama que te guste a ti, pero hasta entonces limita el gasto al máximo.

4. Prueba diferentes ubicaciones para la cama

Elegir la cama correcta es la primera parte, pero saber dónde colocarla es el otro punto importante. Tienes básicamente 3 opciones:

  • A la altura del suelo
  • A media altura: la altura de un sofá o una mesa
  • En una zona alta: a una distancia del suelo de un metro y medio o más

Puedes fijarte en las zonas de descanso que elige tu gato. Si se sube normalmente encima de la nevera o de una estantería preferirá que le pongas la cama en una zona alta. En estos casos puede que te interese un rascador con varias alturas.

Pero si tiende a dormirse en el sofá o en el alféizar de la ventana es que prefiere una zona de altura media. Adicionalmente puedes probar a poner una cama en el suelo.

5. Procura colocar la cama en lugares soleados

A los gatos les encanta el calor, y colocarse en los lugares de la casa soleados les proporciona este aumento de temperatura que tanto les gusta.

Tendrás que estudiar las posibilidades que ofrece tu casa, pero intenta colocar la cama en algún lugar soleado. Así tendrá más predilección por dormir en su cama.

También puedes poner varias camas si hay diferentes lugares donde da el sol a lo largo del día. Es probable que por la mañana dé en una zona, mientras que por la tarde lo haga en otra diferente. Así tendrá la posibilidad de dormir al sol durante todo el día.

6. Evita las zonas ruidosas

No coloques las camas donde los niños van a estar jugando ni en una zona de paso. Los gatos se echan pequeñas siestas a lo largo del día en las que no se llegan a dormir del todo, por lo que cualquier ruido cercano los despertará. Si son capaces de descansar lejos de las zonas de ruido les resultará más cómodo estar en esa cama.

Si tienes perros en casa también es recomendable que alejes las camas del lugar donde se encuentran. De esta manera es más fácil que bajen la guardia y se relajen en su cama.

7. Ten paciencia con cada cambio

Tienes que saber que acostumbrar a un gato a su cama es un proceso lento. Le llevará tiempo. Si en un mes no ha utilizado su cama es que algo falla. Tendrás que cambiar el tipo de cama o el lugar en el que se encuentra.

No te conformes con dejarle la cama durante una semana. 7 días puede ser poco tiempo para que se acostumbre a ella, por lo que es recomendable que le dejes alguna semana más. Tienen que considerar ese objeto como parte de su territorio y así animarse a probarlo, y este proceso es lento.

Puede parecer que enseñar a tu gato a utilizar su cama es una tarea complicada, pero solo tendrás que prestar atención al principio hasta que descubras sus gustos. Una vez los conozcas ya no te tendrás que preocupar por este aspecto.

Cómo enseñar a tu gato a dormir en su cama

Con esto lo que consigues es adaptarte a sus necesidades en lugar de forzarle a dormir en una cama donde quizás no se sienta cómodo. Al hacerlo de esta manera conseguirás que su cama sea un lugar donde se relaje y descanse, logrando que duerma en ella siempre que quiera descansar.

Será importante tener paciencia, pero si te fijas en el comportamiento de tu gato podrás ir deduciendo cuáles son sus preferencias.

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